Con la llegada del Día de Muertos, México se envuelve en una atmósfera única de color, tradición y sabores inigualables. Esta festividad rinde homenaje a los seres queridos que ya no están, mediante ofrendas, altares y comida. Entre los platillos que destacan está el taco al pastor, que aunque no es parte tradicional de esta celebración, se ha convertido en un emblema de la gastronomía nacional.
El taco al pastor tiene sus raíces en la Ciudad de México en los años 60, cuando El Tizoncito lo creó. La carne de cerdo marinada en adobo, cocinada en un trompo y servida con piña, cebolla y cilantro, rápidamente conquistó el paladar mexicano, convirtiéndose en uno de los tacos más populares del país. Hoy en día, el taco al pastor forma parte de la vida cotidiana, y durante las celebraciones del Día de Muertos, no es raro verlo como parte de las reuniones familiares o incluso en taquerías con ofrendas únicas.
El Día de Muertos tiene una fuerte raíz prehispánica, especialmente en la cultura mexica, donde se creía que las almas de los difuntos debían atravesar nueve niveles del Mictlán, el inframundo, para alcanzar su descanso final. En la actualidad, los altares de muertos y ofrendas, están llenos de elementos que ayudan a guiar y recibir a las almas, como la flor de cempasúchil, de un brillante color naranja, que marca el camino que deben seguir los fallecidos desde el más allá.
La comida juega un papel fundamental en esta celebración. Se colocan en las ofrendas los platillos favoritos de los difuntos, que pueden incluir desde mole, tamales, hasta tacos, según la región y los gustos de los seres recordados. Aunque el pan de muerto es el alimento más representativo de esta temporada, el taco al pastor ha encontrado su lugar en la celebración gracias a su importancia en la cocina diaria mexicana.
En el imaginario mexicano, uno podría soñar con el “Taco del Más Allá”, una mezcla mística entre los sabores de la tierra y los dones del inframundo. Inspirado en la tradición del Día de Muertos, este taco simbolizaría la unión entre los vivos y los muertos, con ingredientes que rememoran lo mejor de la vida: el maíz, como el alimento sagrado que nutre el alma; la carne, marinada en una mezcla de chiles que representan tanto el fuego de la vida como el calor del inframundo; y la piña, que en su dulzura y acidez nos recuerda que el viaje entre la vida y la muerte está lleno de contrastes. En cada mordida, uno podría sentir la conexión ancestral con aquellos que ya se fueron, como si el mismo taco fuera una ofrenda que trasciende lo terrenal.
A partir del 21 de octubre, todas las sucursales de El Tizoncito tendrán una exposición de ofrendas en memoria de aquellos que dejaron su recuerdo y que con ansias esperamos su visita.
Este Día de Muertos, ya sea en El Tizoncito o en casa, alza un taco al pastor como tributo a una de las tradiciones más ricas y significativas de México. Porque en la gastronomía, al igual que en la vida, todo está conectado.
Acerca de El Tizoncito
El Tizoncito, los creadores del taco al pastor cuenta con 16 sucursales distribuidas en Ciudad de México, Estado de México, Cuernavaca y Valle de Bravo.